Embajada de España en Argentina, aecid, Cooperación Española Cultura/Buenos Aires

La ética de la crueldad

De José Ovejero

La ética de la crueldad

La ética de la crueldad
José Ovejero
Anagrama, 2012

La ética de la crueldad fue distinguido con el XL Premio Anagrama de Ensayo, en el que defiende una literatura contraria a la cultura del espectáculo y lo complaciente.

Estamos acostumbrados a ser testigos de violencias extremas, torturas, violaciones y humillaciones en todas las formas del arte. A menudo la crueldad allí desplegada se nos presenta como espectáculo. Sin embargo, hay una crueldad que no satisface el morbo del espectador ni corteja sus valores, sino que lo confronta con sus hipocresías y sus miserias. Es ética en el sentido de que pretende una transformación del lector, aunque a veces tenga que agredirle para ello: no le ofrece certidumbres sino lo contrario. Este libro defiende una literatura contraria a la cultura del espectáculo y a la asepsia posmoderna, una literatura que aborrece lo inocuo y lo complaciente. José Ovejero ilustra su propuesta teórica con una original exploración de novelas de Bataille, Canetti, Luis Martín-Santos, Cormac McCarthy, Onetti y Jelinek, autores crueles cada uno a su manera. Después de leerlos, no se puede seguir viviendo como antes de hacerlo. Y lo mismo le sucederá a quien lea este ensayo.

“La ética de la cruedad llama la atención desde el título: ética y crueldad parecen dos conceptos irreconciliables ya que usualmente se asocia lo cruel con la violencia o incluso con la tortura. Pero el libro muy pronto deja en claro que se está hablando de una suerte de crueldad “transformadora” e impugnadora de las hipocresías sociales. “Se trata de una crueldad que pretende desvelar imposturas, hacer tambalear verdades que no son tales. En ese sentido es transformadora -explica Ovejero-. Su labor principal no es enseñarnos, sino ‘desenseñarnos’ las falsas verdades con las que convivimos, no consolarnos sino desconsolarnos, no darnos lo que queremos sino mostrarnos lo que no deseamos ver.” Eduardo Berti